Nuestra iniciativa es integrar a las autoridades tradicionales, Tatas y Nanas, contadores del tiempo de Turtle Island (Isla Tortuga), Anáhuac-México-Centroamérica, y Tawantinsuyo-Sudamérica. La idea es intercambiar principios, valores y sabiduría ancestral sobre la forma de vida en armonía con los ciclos naturales. Sabemos que en este Nuevo Amanecer nuestro Padre Sol volverá a alumbrarnos. Sabemos que a partir del 3 de mayo de 2026 el mundo estará nuevamente soportado por los cinco árboles en las cuatro esquinas y el centro. Pero ¿qué implica esto en la vida diaria de nuestras comunidades? Sobre todo, ¿cómo planeamos una vida buena cuando la lluvia de temporal se vuelve cada vez más impredecible e irregular, o cuando las iniciativas de desarrollo e inversión atentan contra la tranquilidad de nuestros ecosistemas?
Queremos promover el desarrollo de capacidades organizativas y de liderazgo, un liderazgo que sea balanceado, diverso y unificado. Debemos recibir el Nuevo Amanecer con sabiduría y prácticas adecuadas a los retos climáticos. Por eso aspiramos a que nuestras comunidades puedan fortalecer la resiliencia de sus bioregiones y espacios de producción de alimentos. La base para fortalecer la resiliencia en nuestros territorios consiste en conocer los ciclos y ritmos de la naturaleza. También se requiere conocer el estado de salud de los ecosistemas y las cuencas hidrográficas donde vivimos. Además, debemos conocer los mecanismos para exigir respeto a los derechos de la Madre Tierra y a quienes luchan por defenderla y protegerla.
Vamos a revitalizar el conocimiento práctico de vida en armonía con los ciclos naturales a partir de una visión integrada del tiempo-espacio como lo hicieron los sabios abuelos y abuelas. Saber leer el tiempo y llevar las cuentas nos permitirá estar mejor preparados para los estragos de la crisis climática que se viene con el Nuevo Amanecer.